El coltán (o columbita-tantalita) es un mineral compuesto de tántalo (Ta) y niobio (Nb). Estos metales son indispensables debido a su fuerte uso diario. Están presentes principalmente en los condensadores miniaturizados de los teléfonos móviles, las computadoras y los dispositivos inalámbricos.
En Francia, el coltán se utiliza principalmente en la industria aeronáutica y de defensa, pero también en el campo de la medicina debido a su comportamiento inerte.
En Francia no hay ningún productor de coltán, mientras que su consumo es de 86 toneladas por año. Por lo tanto, hay una dependencia muy fuerte de las potencias extranjeras. Además, el coltán está sujeto a dificultades de suministro debido a que un pequeño número de países no europeos tienen existencias. Otra parte importante procede de la explotación artesanal, no supervisada y problemática de la región de los Grandes Lagos de África (República Democrática del Congo y Rwanda). Estos factores representan un alto riesgo económico y son fuentes de tensión.
SUDMINE ofrece una alternativa a esta dependencia a través de sus proyectos de abastecimiento ético y responsable en Francia para el tántalo y el niobio. La crisis humanitaria y la contención debida a COVID-19 han puesto de relieve los límites de estas dependencias de las naciones extranjeras. Los proyectos de explotación de coltán de SUDMINE contribuyen a la independencia industrial de Francia.
El objetivo es desarrollar la explotación semi-industrial de los depósitos aluviales y crear una industria de coltán ética, responsable y trazable.
Estas granjas son una alternativa al "coltán de sangre" de la explotación forzada y no supervisada. Estas operaciones poco éticas, que no son éticas desde el punto de vista humano, económico y ambiental, financian los conflictos armados que afectan a la República Democrática del Congo en particular.